Otra vez. La historia se repite.
Gente nueva, sentimientos nuevos.
Conversaciones hasta las tantas de la madrugada, "te quieros" entre líneas. El miedo a perderle, o las ganas de abrazarle todo el tiempo. Que se te quede su perfume en la ropa, o que no puedas apartarlo de tu mente.
Las indirectas, las bromas, o incluso los "ven idiota", con el abrazo de después de enfadaros. Las sonrisas sin venir a cuento y el nudo en el estómago cuando le echas de menos.
Y de nuevo, el miedo.
El miedo a que todo vuelva a pasar, a que la historia se repita. Miedo a quedarte echa pedazos, miedo a querer entregarte de más. Miedo a querer empezar de cero y acabar en negativo.
Pero, al fin y al cabo, el miedo forma parte del juego. Y si no juegas, no puedes perder. Pero ten por seguro que tampoco vas a ganar.
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