sábado, 18 de enero de 2014

Ya eres parte de mi vida, ya dolería no tenerte.

Guardé en una cajita el día en que por fin te abriste a mí, en el sentido completo  de la palabra. Lo guardé para recordar el día en que no me hizo falta nada más que eso para saber que me querías de verdad. Ni siquiera me hubiera hecho falta el abrazo de toda la noche que me diste después.
Cuando me miraste a los ojos y empezaste hablar; y supe que no querría que te callaras nunca. Que me pasaría mi puta vida entera escuchándote, mirando nuestras manos entrelazadas. O mirándote, nada más. Te abriste a mí, hiciste que formara parte de ti. Y eso, cariño, no se puede explicar con palabras.
Ya eres parte de mi vida, ya dolería no tenerte; y por eso...
                                                                                                       No me faltes nunca, por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario