jueves, 21 de agosto de 2014

Que no me quería, que no me querías.

¿Qué pasa cuando te has entregado de más por alguien que ni siquiera quería valorarte?
Que puse mis mejores ganas en quererte, en quererte bien, y mucho, y muy fuerte, para acabar dándome cuenta, no de que me quisieras mal, y poco, y muy flojo; para darme cuenta de que simplemente no me querías.
Que apostaba mis ruinas por ti, cuando lo único que hacías era destruirlas más y más. Que buscabas las luces de su París, y no tenías tiempo de joderte la vida conmigo. Tardé demasiado en darme cuenta de que estaba perdiendo el tiempo queriendo a alguien que solo sabía mentir. Que tus palabras bonitas crean sonrisas pero no reparan corazones. Y el mío, tío, lo has dejado hecho pedazos.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Porque lo encontré, porque fue mi "fix you".

Cuando lo has pasado mal por mucho tiempo, es cuando aprecias lo bonitos que pueden llegar a ser los días normales. O los días, sin más.
Cuando has estado más mal que bien, y cuando todo te hacía más daño que feliz, te das cuenta de lo que te has perdido.
Cuando no apreciabas los abrazos solo porque creías que no podían juntar todos tus pedazos. Porque estabas roto, porque cortabas, porque te perdías.
Pero no nos acordamos que podríamos encontrar a nuestro propio "fix you", a alguien que nos arregle, que nos quiera con nuestro corazón hecho pedazos, o con nuestros pedazos y punto. Y que los junte, y los cosa, y lo mantenga firme. Porque a veces un abrazo puede reparar corazones, y una sonrisa puede guardarlo.
Para siempre.