sábado, 14 de septiembre de 2013

Porque no hago otra cosa que quererte a rabiar.

Supongo que no tendrás ni idea de a qué viene todo esto. Supongo que me duele echarte de menos así. Que no puedo verte marchar, porque no quiero dejarte ir. Puede que no lo entiendas, pero tengo ganas de tus labios. De morderte y que me muerdas. De quitarte el aire, y de devolvértelo. Tengo ganas de enredar mis manos en tu pelo, de tener mis labios en tu cuello, de oler a ti. No sé, tal vez no lo entiendas, pero hay veces que necesito notarte, notarnos. Que necesito que me necesites. Pero, ¿sabes? Yo sí lo entiendo. Porque no hago otra cosa que quererte a rabiar.

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