sábado, 28 de septiembre de 2013

Pasarte la vida buscando algo que no vas a encontrar.

Supongo que nunca se llega a ser feliz del todo; que la felicidad plena no existe. Nos pasamos la vida intentando encontrar algo que no existe, algo irreal. Supongo que nos pasamos la vida buscando ese algo o alguien que nos haga felices, pero, en realidad, ¿qué es ser feliz? Una pregunta, millones de respuestas. Pero ninguna la adecuada. 
¿Ser feliz es que me llegue cada día un mensaje tuyo diciéndome que me quieres? ¿Ser feliz es que cuando te eche de menos te teletransportes a mi lado? ¿No parar de reír? Y cuando ya tenemos eso que queremos, ¿somos felices? ¿O queremos algo más?
No, no estamos diseñados para ser felices. Estamos diseñados para pasarnos la vida buscando algo que no existe. Pero supongo que ahí está la gracia; en pasarte la vida buscando algo que no vas a encontrar.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Porque no hago otra cosa que quererte a rabiar.

Supongo que no tendrás ni idea de a qué viene todo esto. Supongo que me duele echarte de menos así. Que no puedo verte marchar, porque no quiero dejarte ir. Puede que no lo entiendas, pero tengo ganas de tus labios. De morderte y que me muerdas. De quitarte el aire, y de devolvértelo. Tengo ganas de enredar mis manos en tu pelo, de tener mis labios en tu cuello, de oler a ti. No sé, tal vez no lo entiendas, pero hay veces que necesito notarte, notarnos. Que necesito que me necesites. Pero, ¿sabes? Yo sí lo entiendo. Porque no hago otra cosa que quererte a rabiar.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Y es que puestos a pedir, no pido nada.

Si nos ponemos a pedir, puedo pedir muchas cosas. Puedo pedir ser más guapa, más lista. Puedo pedir un jersey nuevo o ese libro que tanto me gusta. Pero puestos a pedir no pido nada. No pido que me envíes un mensaje de buenas noches cada día, ni que busques abrazarme todo el tiempo. No te pido que me eches de menos, ni que me digas "te quiero" si no lo sientes. No te pido que solo me mires a mí, ni que lo dejes todo porque yo te diga ven. No te pido ser la única, ni la primera, ni tampoco la última. Solo te pido que te acuerdes de mí cada día, y que me digas "te quiero"  cuando sea de verdad. Que puedas mirar a otras, pero que aprendas a solo verme a mí.  Y por último, lo único que te pido es que pase lo que pase, no te olvides de mí.