Tanto y tan poco.

Ha pasado tanto en tan poco tiempo, tantas cosas de las que me arrepiento y otras muchas que repetiría una y mil veces. Tanto odio convertido en amor y viceversa. Tantas promesas por cumplir que quedarán en el recuerdo, y otras muchas cumplidas que pervivirán en mi mente. Tantas decepciones y sorpresas agradables como veces salía el sol. Tantas miradas que decían lo que con la voz no se podía. Tantas canciones que guardaban sentimientos bajo llave. Tantas mentiras y otras muchas verdades. Tanto que recordar y a la vez pendiente por vivir. Tantas lágrimas derramadas en la almohada por ese alguien especial que se ganó un lugar importante en mi corazón. Tanta imaginación perdida en escribir historias que nunca llegaron a suceder. Tantas palabras de apoyo que quedaron detrás de un abrazo que podría decir más que cualquier Best -Seller. Tantas sonrisas esparcidas por todos los momentos felices vividos cuales polvos mágicos. Tantos recuerdos por borrar, tantas historias por crear, tantas personas por encontrar. Tanta vida por vivir.

¿Que por qué le quiero?

-¿Por qué le quieres tanto? Hay más gente en el mundo.

-Sí, Lo que pasa es que esa gente no es como él.

-¿Y qué tiene él para que sea tan increíble? ¿Por qué le quieres?

-¿Qué por qué le quiero? Bien. Le quiero porque tiene los ojos más bonitos que he visto en mi vida, y porque sabe sonreír con ellos. Le quiero porque con solo oír su nombre hace que tiemblen todas y cada una de las fibras nerviosas de mi cuerpo. Su sonrisa complementa a la mía. Es increíble y a la vez único y especial. Puede que de hacerte reír a carcajadas pase a que te entren unas ganas incontrolables de matarlo. Pero a besos. Le quiero porque me basta con ver su sonrisa todos los días. Porque ver su sonrisa hace que aparezca la mía. Puede que pienses en llamarlo tontería, yo prefiero llamarlo felicidad. ¿Sabes esa sensación de cuando estás en un sitio alto, cierras los ojos, abres los brazos y parece que vuelas? Así me siento yo cuando estoy con él.

-¿Tanto le quieres?

-Nunca volvería a abrir los ojos.

Una auténtica muñeca.

Recuerdos. Recuerdos vienen a tu mente y se cuelan en tu alma a latigazos. Latigazos que cada vez duelen más. Cada vez que ves que todo ha cambiado. Que nada volverá a ser como antes. Que fuiste un juguete entre sus manos, e incluso llegas a pensar que no le importaste. Que estuvo a tu lado por jugar, por divertirse. Por añadir otra flor más a su enorme ramo.  Que estuviste engañada todo ese tiempo, y que todo fue mentira. Pero también sabes que lo volverías a repetir una y mil veces. Porque te sentiste única por una vez en tu vida, y porque te hacía sentir más cosas con una sonrisa que muchas personas juntas. Y sabes que esa sensación es única, y que nadie más podrá hacerte sentir de la misma forma que lo hizo esa persona.